¿Quieres perder 20 kg? ¿Has decidido que ahora es tu momento?

Si así es, tienes que saber que te espera un bonito largo camino por delante ya que perder este exceso de peso, te permitirá ganar en salud y disfrutar muchísimo más de varios aspectos de tu vida y de tu entorno.

Al conseguir recuperar tu peso saludable, podrás conseguir objetivos importantes del día a día como: mejorar tu movilidad y agilidad, poder salir a caminar durante un tiempo prolongado sin cansarte, jugar a pelota con tus hijos o sobrinos, verte mejor físicamente, ponerte ropa que te gustaba y que hace tiempo que te sienta bien…

Además, desde el punto de vista de la salud, se reduce el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, los accidentes cerebrovasculares, la infertilidad, la apnea del sueño, los tumores endocrinos o la artrosis, todas ellas, enfermedades que se agudizan conforme aumenta el nivel de obesidad.

¿CON LA DIETA SERÁ SUFICIENTE?

Para perder 20 kilos, no se puede adoptar simplemente unos hábitos alimentarios correctos y no cambiar nada más en tu vida.

Aspectos importantes cómo el sueño, el estrés y la actividad física son básicos para alcanzar este objetivo.  Todos ellos están interconectados y cuando se ignora uno de ellos, puede sabotear el resto.

  • Sueño: La falta de sueño trastoca los mecanismos de regulación endocrina del hambre y el apetito. Las hormonas que modulan el apetito adoptan un papel predominante y pueden favorecer una ingesta energética excesiva. Debes de asegurar que duermes entre 7-8 horas al día.
  • Estrés: El estrés provoca una liberación de adrenalina y cortisol, en una respuesta de “lucha o huida” y tienen efectos sobre el metabolismo. Como consecuencia de esto, se altera el apetito, pudiendo disminuir o aumentar, pero generalmente aumenta. Además, una situación de estrés o ansiedad mantenida en el tiempo puede dificultar la pérdida de peso.

Por lo tanto, habrá que buscar la manera de gestionar ese estrés con actividades que te gusten cómo por ejemplo pintar, coser, escuchar música, clases de yoga, y en general, disfrutar de tu tiempo libre…

  • Actividad Física: La actividad física es un aspecto clave a potenciar en una pérdida de peso en el tiempo. Si eres o has sido sedentario toda tu vida, es importante que empieces por pequeños pasos como andar a todos los sitios que puedas en vez de usar el coche; subir escaleras, dejando el ascensor de lado; y marcarte retos de caminatas para empezar.

¿QUÉ PASA SI ME ABURRO Y ME ESTANCO?

Estás en un proceso de cambio y cómo tal, es probable que a lo largo del camino se pueda dar alguna recaída.

Un aspecto importante que te puede ayudar a conseguir el objetivo final es descomponer ese objetivo en metas más pequeñas que no te supongan un esfuerzo tremendo.  Los objetivos a corto plazo te hacen ganar confianza y motivación conforme los vas alcanzando.

Puede pasar que la pérdida de los primeros kilos te resulte más fácil porque el nivel de motivación es muy elevado y pasado un tiempo, haya disminuido.

Cuando ya llevas un tiempo con la dieta, pueden aparecer emociones diferentes como aburrimiento, rabia o enfado, ansiedad… Pero lo más importante es aprender a regularlas.

Puede aparecer el sentimiento de culpa si un día entras a una pastelería y no te has podido resistir a comer cruasanitos de chocolate hasta no poder más… Entonces pueden aparecer pensamientos fustigadores cómo… ¿Qué has hecho? ¿Cómo has podido? Teóricamente te sientes culpable porque has cometido un error. Entiéndelo cómo parte del proceso y toma medidas para que no te vuelva a suceder.

Si tienes ansiedad, revisa si estás comiendo de forma ordenada, si estás respetando la idea del plato y no te falta ningún grupo de alimentos.

Puedes sentir rabia o enfado porque vas a comer fuera y resulta que todos están comiendo platos calóricos y grasos que te parecen apetecibles y tú eliges opciones más saludables para seguir con tu objetivo. En esos momentos sientes rabia y envidia porque el resto de la mesa están delgados y piensas que no necesitan vigilar lo que comen… Pero te sentirás mejor si piensas en los aspectos positivos que vas consiguiendo por la reducción de tu peso.

Es posible que llegue el momento que pienses que ya no vale la pena el sacrificio. ¿Qué hacer entonces?

Llegados a este punto puede ser el momento de redefinir los objetivos y valorar si quieres seguir con la pérdida de peso o no. Para ello, te recomiendo que te preguntes para qué quieres conseguir bajar los 20 kg de peso y hagas una lista de todos ellos. Esto, te permitirá valorar y tomar consciencia de la importancia del objetivo inicial.

En consulta podrás trabajar el replanteamiento de estos objetivos junto con las barreras y recursos que tienes a tu alrededor. Aprender a identificar las barreras que se te presentan tanto en los planteamientos, las emociones, la planificación o en tu entorno, te ayudará a prever estas situaciones complicadas, para saber cómo afrontarlas y gestionarlas de la mejor manera posible.

Si decides volver a retomar la pérdida de peso, es importante que te plantees qué es lo que te ha funcionado hasta ahora, qué no has intentado todavía, qué puedes hacer de manera diferente…

En este momento es tu coach o asesor de nutrición podrá ayudarte a fomentar la creatividad, a incorporar cosas nuevas a tu alimentación, nuevas recetas, nuevas formas de cocinar, cómo planificarte… Resumiendo, a variar tanto los alimentos a escoger cómo la manera de cocinarlos y su textura y presentación. Y no tienen que ser recetas muy complicadas, elaboradas y que te quiten mucho tiempo. Te sorprenderás de lo fácil que es cocinar divertido y saludable en poco tiempo.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *